El recién estrenado centro social de Rudagüera ha sido escenario de un animado carnaval, donde vecinos de todas las edades, niños y mayores pasaron un rato muy agradable.
La fiesta comenzó a las 17.00h. con un animado baile, los disfraces eran de lo más variopinto desde elegantes damas, militares de renombre, incluso divertidas animadoras, una gran variedad de atuendos, brillantinas y máscaras, que fueron el deleite de todos los presentes.
Tras una copiosa merienda, en la que cada vecino aportó diferentes viandas, y donde no faltó la bota de vino, se reanudó el baile, un espectáculo amenizado por los vecinos más ingeniosos, que completaron el baile con canciones montañesas y algún que otro chiste.
Los más mayores, afirmaron haber vuelto por unas horas a la niñez, muchos de los vecinos hacía más de 50 años que no vestían un disfraz, y pasando los 80 años han vuelto a hacerlo.
El alcalde, Enrique Bretones, no faltó al evento, y fue testigo del momento que los vecinos, especialmente los más mayores vivieron, una tarde, según declaraciones del edil, llena de alegría, y donde, una vez más la colaboración vecinal y las ganas de pasarlo bien no faltaron.
La fiesta comenzó a las 17.00h. con un animado baile, los disfraces eran de lo más variopinto desde elegantes damas, militares de renombre, incluso divertidas animadoras, una gran variedad de atuendos, brillantinas y máscaras, que fueron el deleite de todos los presentes.
Tras una copiosa merienda, en la que cada vecino aportó diferentes viandas, y donde no faltó la bota de vino, se reanudó el baile, un espectáculo amenizado por los vecinos más ingeniosos, que completaron el baile con canciones montañesas y algún que otro chiste.
Los más mayores, afirmaron haber vuelto por unas horas a la niñez, muchos de los vecinos hacía más de 50 años que no vestían un disfraz, y pasando los 80 años han vuelto a hacerlo.
El alcalde, Enrique Bretones, no faltó al evento, y fue testigo del momento que los vecinos, especialmente los más mayores vivieron, una tarde, según declaraciones del edil, llena de alegría, y donde, una vez más la colaboración vecinal y las ganas de pasarlo bien no faltaron.
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